martes, diciembre 11, 2007

Tres rosas amarillas // Raymond Carver

Dice Arquíloco: "El zorro sabe muchas cosas pequeñas, el erizo solo sabe una, pero es una cosa grande". Y entonces me doy cuenta inmediatamente, que la grandeza tiene poco o nada que ver con la complejidad. Quizás es más una cuestión de desgaste. Supongo que hay autores que son como el erizo. Pero también hay algunos que son como el zorro. Y lo más interesante, hay algunos que son como el zorro precisamente porque no desean o no se sienten capaces de internarse en la totalidad, en el absoluto, en lo deslumbrante.

Nunca he sido fanático ni del naturalismo, ni del realismo, ni del costumbrismo ni de ninguna clase de obra lineal. No estoy seguro de por qué. Quizás amo el caos, o quizás son simples ganas de dar la contra. Pero cuando una obra sobrepasa cualquier clase de prejuicio o concepto general, sabes que estás frente a una gran obra. Y sin duda alguna, Tres rosas amarillas es uno de los trabajos más pulcros, limpios y brillantes que he encontrado en mucho tiempo. Y lo mejor de todo es que no brilla con un pasmo deslumbrante, sino que va sorprendiéndote de una manera sutil y humana. Humana en el sentido de que parece escrita, justamente, por un mortal cualquiera, como si no se necesitara ser un gran autor para haber construido esos siete maravillosos cuentos que componen este volumen. Pero la realidad es que Carver era un autor brillante, que quizás incluso llega a rozar la genialidad. Basta con leer "Quienquiera que hubiera dormido en esta cama" o el cuento que le da título al libro y que es una verdadera obra maestra, donde se narran los últimos días de Chéjov. Sobran palabras. Cualquier añadido a Carver es una palabra de más.

Seguidor del realismo de Chéjov (lejos de los malabarismos impresionantes de Flaubert), se podría decir que Carver es más bien un escritor de modesta lucidez, un escritor que no trata de deslumbrarnos sino que nos cuenta una historia maravillosa como si no conociera su valor. Ilusión absolutamente falsa, claro, porque basta con mirar de cerca para descubrir que cada línea ha sido pulida hasta su máximo esplendor y forma, pero de una manera tan minuciosa y natural, que al ojo menos experimentado resulta absolutamente invisible. Y ahí se sitúa este tipo de liteartura: donde se encuentran temas donde nadie busca temas; donde los personajes no son héroes ni villanos; donde no se busca una gloria ajena al mundo, sino por el contrario, se abraza la humanidad con absoluto rigor, una humanidad que finalmente nos recuerda el tedio y la sencilla mortalidad de la vida cotidiana, en contraposición contra la perfección o la inmortalidad a la que aspiran esos autores que, al igual que el erizo, solo saben una cosa, una cosa grande.

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Recomendable: Cuando queremos sentirnos humanos, mortales y curiosos de la vida cotidiana. Cuando la perfección nos resulta una alienación.
Se lo regalaría a: Mmm me dan ganas de decir "Hugo Chávez" o "George Bush". Pero dejémoslo en cualquier persona con delirios de grandeza.
Whisky con cacha: Me río de ti, Jorge Herralde, que empiezas tu contratapa con "Seis magníficos relatos (...)". Son siete, oh, señor de los editores, SIETE.
Whisky con link: "Tres rosas amarillas"

Ficha técnica:
Carver, Raymond
Tres rosas amarillas - Anagrama (Compactos)
5ta edición, 2005
160 p., 12x19 cm.
ISBN: 84-339-1484-7






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"A Chejov, no obstante, le produjo una honda impresión el solícito gesto de aquella visita. Pero, a diferencia de Tolstoi, Chejov no creía, jamás había creído, en una vida futura. No creía en nada que no pudiera percibirse a través de cuando menos uno de los cinco sentidos. En consonancia con su concepción de la vida y la escritura, carecía -según confesó en cierta ocasión- de una 'visión del mundo filosófica, religiosa o política. Cambia todos los meses, así que tendré que conformarme con describir la forma en que mis personajes aman, se desposan, procrean y mueren. Y cómo hablan'."

5 comentarios:

Anónimo dijo...

amo leer...
pero se ve que leo los libros equivocados...
he leido toda mi vida... aventuras, dramas, policiales, mas aventuras, clasicos, de todo un poco...
pero de todos los libros sobre los que has escrito... practicamente nada... los arboles mueren de pie... toooooodo mafalda....pero no mucho mas...
yo vivo por lo que leo mas que por lo que vivo en si... y de verdad lo siento...amo lo que los libros me hacen sentir...
no estoy segura que es lo que quice decir... es este momento estoy confundida...

Anónimo dijo...

gracias por la recomendación, a mí tampoco me suelen gustar los libros "ísmicos".

saludos

Lucia Mazzinghi dijo...

viva viva viva Carver! ¿Leíste los poemas? Brillantes, humanos, humildes, en especial el que le dedica a su mesa de trabajo.

-daniel dijo...

Hola Jules: No creo que hayas leído los libros equivocados -no sé si tal cosa existe-, pero sí creo que es difícil encontrar un rumbo literario. En todo caso, este blog está hecho para ayudarte a encontrar uno. Así que espero que halles aquí algo que te oriente y te ayude a librarte de esa confusión. Gracias por leer y por interesarte, y anímate a sugerir algo de lo que has leído o a pedir sugerencias específicas, siempre es un gusto compartir con los lectores (y no me refiero solo a los del blog).

Lucía, sí leí los poemas de Carver y ciertamente, son brillantes. Al no ser un gran fanático de la poesía, creo que pocos autores logran atraparme como Carver lo hizo. Un saludo, y gracias por participar.

Gaines dijo...

Carver es brillante como todos sus relatos. Nada más tengo un comentario, una crítica a la traducción de Jesús Zulaika. Estuve buscando y resulta que no hay ningún cuento llamado "Three yellow roses" por Carver. No existe tal cosa. Hay un llamado "Errand" sobre la muerte de Chejov, que traduce literalmente "Recado"; pero seguramente al señor Zulaika le pareció malo el título y lo cambió. Porque para eso están los traductores.