domingo, octubre 29, 2006

Tratado de las pasiones del alma // António Lobo Antunes

A este libro le tengo un cariño muy muy especial, porque es el primer libro de Lobo Antunes que cayó en mis manos y fue también el que convirtió en uno de mis autores favoritos. Me lo regalaron una navidad y aunque tenía muchas ganas de leerlo, lo tuve medio abandonado por un tiempo. Me acuerdo perfectamente cuándo lo abrí por primera vez: fue en el aeropuerto, rumbo a Buenos Aires, unos meses antes de mudarme. La verdad lo abrí sin saber muy bien qué podía esperar, y fue como chocarse con la maravilla sin estarla buscando: una sensación suprema. De más está decir que fue el mejor vuelo que he tenido en mi vida... Poco tiempo después lograría hacerme de la trilogía completa de esta serie maravillosa y más aún, llegaría a ver la presentación de una de sus novelas en la feria del libro de Buenos Aires, presentación por demás memorable de un tipo cuyo sentido literario es tan contundente como su obra.

La verdad es que hace mucho no había vuelto a pensar en este libro, pero hace poco me reencontré con una amiga de hace muchos años... Un reencuentro de verdad emotivo, porque compartimos un pasado bastante tragicómico (la época digamos que fue más trágica que cómica, pero los dos tenemos la manía de burlarnos de la vida un poco), pero sobretodo porque por mucho que hayamos cambiado y por mucho que tengamos para contarnos, creo que es lindo encontrar a alguien que puede renovar tu vida de alguna manera, aunque sea con un sabor conocido y que hasta en algún momento dejaste pasar. Pensando en una novela qué postear, se me ocurrió esta que tiene mucho que ver con mezclar el pasado con el presente e incluso con un inminente futuro, pero basándolo todo en las cosas que ocurrieron alguna vez que, sin llegar a predeterminar el curso de la vida, la hacen ir en alguna dirección.

Tratado de las pasiones del alma es el primer libro de una trilogía sobre la muerte, compuesta además por El orden natural de las cosas (en mi opinión la mejor novela de António Lobo Antunes y una de las más extraordinarias novelas que he leído en mi vida) y por La muerte de Carlos Gardel. Sin embargo, aquí la muerte está plasmada como una función ulterior, como algo alrededor de lo cual giran todas las demás cosas: el pasado que nos aparece repentinamente en el camino, lo esperemos o no; nuestras motivaciones, nuestros miedos, nuestros objetivos y proyectos, y quizás también nuestros amores, nuestros odios... en fin, todo aquello que Lobo Antunes llama con absoluta pertinencia "las pasiones del alma". La trama es sencilla y complejísima a la vez: un terrorista, el Hombre, es sometido a un interrogatorio por un Juez de Instrucción, quien resulta ser un compañero de infancia al que no ha visto en años. Su conversación empieza así a convertirse en un torrencial de sucesos e imágenes pasadas, que se van enmarañando y confundiendo, por un lado el presente y la situación de estos hombres, en posiciones absolutamente distintas; por el otro un pasado completamente distinto: el Juez de Instrucción era un niño de familia humilde, que trabajó en las tierras del abuelo del terrorista que ahora interroga. Y es entonces que surge una dicotomía interna en el personaje del Juez de Instrucción: ¿debe intentar salvar a su antiguo amigo de una condena casi inevitable? ¿O debe mantener su posición y dejar atrás el pasado que le sigue atormentando?

Valiéndose de una prosa musical y absolutamente desgarradora, Lobo Antunes consigue que esta novela se nos abra como un abanico de imágenes y sucesos, tiempos que se confunden y emociones que terminan pareciéndonos propias: la muerte que aguarda al final de todo, la nostalgia por el pasado y el presente donde todo eso se mezcla, intentando hallar claridad en un mundo del que solo podemos esperar nubes oscuras.

-0-

Recomendable: Cuando tienes ganas de "refugiarte", de meterte en un libro que te excede y no quieres estar en otro lugar.
Se lo regalalaría a:
Esa gente que uno no se encuentra hace tiempo y cuando reaparece lo hace dejando huella.

Ficha técnica:

Lobo Antunes, António
Tratado de las pasiones del alma - Siruela.
414 p.; 14 x 22 cm. - (Biblioteca Lobo Antunes)
ISBN 8497932501






-0-
"Si me dejases recomenzar desde el principio, pensé, si pudiese borrar las cosas imperfectas de nuestra historia y diseñarla de nuevo, te compraría un anillo de coral y el cartel de tu signo, y comería, lo juro, de lunes a viernes contigo, repartiendo la chuleta y el periódico deportivo, transido de amor, aturdido por las complicaciones de los cubiertos. Estoy casi seguro de que me alegraría si leyeses el fútbol antes que yo siempre que me contases los titulares, estoy casi seguro de que no saldría de noche, por las cervecerías de la Penha de França, a comer mariscos con los colegas, rodeado de travestis y de jarras vacías, y te ayudaría a levantar la mesa, a lavar la vajilla y a guardar los platos y los tenedores en el armario, estoy casi seguro de que metería la servilleta enrollada en el aro y aprendería ganchillo para impregnarme de la inmensa soledad de las casadas, pescando redes con una agujita de anzuelo."

viernes, octubre 27, 2006

La llamada de lo salvaje // Jack London

Estaba buscando un libro adecuado para abrir esta fase del blog y postear el primer review. Pero mi vida es tan caótica en este momento que mis gustos están volcados en algo demasiado específico y la idea era abrir con un libro quizás más simple, quizás más fiel a la idea de aquello que quería lograr escribiendo sobre lo ya escrito (vano acto de redundancia, ciertamente). Pero buscando entre algunos papeles encontré el rastro de este libro, que no he leído en muchos, muchos años, y sobre el que hace poco tuve una conversación de lo más grata. No fue tanto esto lo que me decidió a incluirlo, sino que fue además uno de los primeros libros que me hicieron entender por qué la literatura es lo que es y uno solo puede apreciar los libros en la medida en que necesite leerlos. Es decir, que nunca, por nada de este mundo se trata de lo que uno escribe, sino de lo que alguien más lee. Como anécdota personal, recuerdo que este libro llegó a mis manos por culpa de ese colegio cuyo nombre prefiero no recordar. El nivel del curso de literatura era bastante bajo en general a lo largo de todos los años, pero recuerdo que era séptimo grado y que nos mandaron a leer 4 libros: La llamada de lo salvaje; las Narraciones extraordinarias de Poe; El Principito y una narración de la historia de la guerra de Troya llamada Naves negras ante Troya: la historia de la Ilíada, de la británica Rosemary Sutcliff. Al año siguiente, nos hicieron una encuesta sobre cuál de los libros nos había gustado más. Yo fui el único que votó por La llamada de lo salvaje. La pregunta no es, desde luego, por qué votaron los demás por lo que votaron, la pregunta era por qué voté yo por ese libro. La llamada de lo salvaje no es, definitivamente, la mejor obra de London. Si hubiera que recomendar algo de él, probablemente sería mejor empezar por sus relatos cortos (To build a fire es particularmente excepcional), sin embargo, hay algo en ese libro que inspira nostalgia por lo simple. Los escenarios de Jack London son bastante similares siempre: una vida dura, externa, que no podemos domar por más que intentemos y a la que simplemente hay que enfrentar de la manera más ardua: sobreviviendo si nos es posible. Pero en La llamda de lo salvaje, ocurre algo extraordinario porque el protagonista, un perro llamado Buck, es sacado de su ambiente natural, un hogar, un lugar donde todos sus instintos han sido dormidos, para ser puesto en el ojo de la tormenta: en esa vida que a él nunca le enseñaron a enfrentar. Pese a que el libro fue traducido muchas veces como "La llamada de la selva", La llamada de lo salvaje es una traducción mucho más fiel: habla de un llamado en el sentido más estricto de la palabra, no solo una cuestión de adaptación, sino de pertenencia. Y es que mientras el protagonista duela con la mejor manera de hacerse a un mundo que no comprende, descubre también que fue hecho para él, que en realidad su ambiente natural es ese afuera, ese orden donde hay que pelear para sobrevivir y vivir "en la ley del garrote", como tan magistralmente narra London en una de las escenas más memorables del libro. Llena de una dureza única, y una ternura absolutamente desgarradora, esta novela es un viaje de la vida: la gente que uno conoce, la que va dejando atrás; los momentos y las circunstancias que cambian constantemente, nos hallamos adaptado a ellas ya o no; un invierno que parece durar para siempre, las personas especiales que aparecen en medio de él, aunque luego tengan que partir. Y sobre todo un mundo absolutamente salvaje, cuya llamada algunas veces odiaremos, otras veces estaremos dispuestos a seguir. Pero una llamada que al fin y al cabo, nadie puede atreverse a ignorar.

-0-

Recomendable: Siempre en invierno.

Ficha Técnica:

London, Jack
La llamda de lo salvaje - Vicens Vives.
224 p. ; 13,5x19,7 cm. - (Aula de literatura)
ISBN
8431673427









-0-
"Lo habían derrotado (Buck lo sabía), pero no vencido. Se dio cuenta, de una vez por todas, de que no tenía ninguna posibilidad frente a un hombre con garrote. Había aprendido la lección, y nunca en su vida la olvidaría. El garrote fue una revelación. Fue su carta de presentación en el reino de la ley primitiva y aceptó las reglas del juego. Los sucesos de la vida tomaron un aspecto más cruel; y aunque afrontó este aspecto sin arredrarse, lo hizo con toda la astucia latente que se había despertado en su carácter. Con el paso de los días, llegaron más perros, en cajones o atados con sogas, unos dócilmente y otros bramando y rugiendo como había llegado él; y, uno tras otro, los vio pasar al dominio del hombre del suéter rojo. Una tras otra, cuando observaba aquellas acciones tan brutales, Buck recordaba la lección aprendida: un hombre con garrote era el legislador, un amo al que obedecer, aunque no necesariamente para ganarse su amistad. Buck no hizo esto último, aunque había visto perros apaleados que fingían delante del hombre, meneando la cola y lamiéndole la mano. También vio a un perro que no se apaciguó ni obedeció y, finalmente, murió en aquella lucha por el dominio."

Una imagen, tal vez

Habría que confesar que no era el fin de este proyecto, pero luego dije "por qué no". La teoría del whisky implicaba entre muchas otras cosas, el análisis del mundo a través de una teoría, pero un proceso semejante, bien puede compartir su espacio con una imagen, tal vez. Y esa imagen es una tarde cualquiera, en un salón lleno de libros y discos, y un etiqueta negra sobre una mesita de roble. Al lado, uno mismo en un sillón, pensando en todos esos ratos del día que nos hacen recordar a alguno de esos libros, alguna de esas canciones, al vaso que sostenemos en la mano.

sábado, octubre 14, 2006

La teoría del whisky: implicancias

La teoría del whisky no es una teoría de categorización general, o por lo menos no se limita únicamente a su función organizativa. Posee también la bondad de servir de teoría explicativa para otro tipo de clasificaciones. Para aplicar esta característica, plantearemos aquí un tipo de clasificación sistemática de algunos de los perfiles de mujeres que existen. Pese a que lo más ordenado científicamente sería exponer el origen de esta clasificación, pasaremos directamente a la aplicación, razón también por la cual analizaremos mujeres antes que hombres: sencillamente las consultas recibidas fueron hechas mayoritariamente por varones. Aplicaremos, pues, la teoría lejos de explicarla en sí, es decir, la teoría para el uso, y no la teoría para la teoría. Por ello empezaremos con estas consultas de índole personal, consultas que, probablemente, no remiten a un grupo tan reducido de personas, sino que conciernen a más de un lector allá afuera.
El orden en que se resolverán los problemas utilizando la teoría del whisky, será, pues, más producto de la necesidad empírica que de la clasificación científica organizativa.