lunes, abril 30, 2007

Breve historia del espejo roto

Al ver el espejo destrozado en mil pedazos, descubrí que esos pedazos ya no eran más un espejo. Pero ello no impedía que cada una de esas piezas me reflejara todavía. Ya no eran más un todo, pero el todo tampoco importaba más. Ahora se trataba del reflejo de los miles de trozos, se trataba del desorden, se trataba de alguna pieza que se habría perdido debajo de la alfombra y ya no aparecería nunca. Porque esa pieza perdida, la intocable, la que nadie más podría ver, la que no aparecería nunca más, esa pieza, tendría el único reflejo que verdaderamente podría llegar a importar alguna vez.

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