Debo recordar hacer un ensayo sobre la edición y el sueño. Por lo pronto debo haber encontrado un buen número de profesiones que requieren de las madrugadas para completar su trabajo. Sin embargo, pasa algo interesante con la edición: leer y corregir es casi imposible cuando el sueño empieza a ganarle a uno la partida.
Declaro aquí y ahora que trabajar con las palabras es un estado de semi-consciencia, pero descifrarlas y reorganizarlas uno de absoluta locura privativa de la libertad que supone echarse en la cama, cerrar los ojos y abrazarse a las notas de la canción que nos arrulla.
Declaro aquí y ahora que trabajar con las palabras es un estado de semi-consciencia, pero descifrarlas y reorganizarlas uno de absoluta locura privativa de la libertad que supone echarse en la cama, cerrar los ojos y abrazarse a las notas de la canción que nos arrulla.
3 comentarios:
acompañar al pobre editor también es jodido, eh.
abrazo :)
...sobre todo cuando sale el sol y uno quiere estar frente a la playa tomando una chela.
no trabajes tanto!!! tomate tus tiempos de relax y sobre todo duerme!!! besitos
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