No todos los días ni todos los motivos. No soy sino un pedazo de los recuerdos que no logro conciliar. No el sueño ni el amor ni la sensación de ahogarse bajo el mar,
no la visión.
El instante en el que corres y rozas la arena con tus dedos y tu perro te sigue y el mar calma los aullidos falsos de la tarde.
El amor que se destiende entre las sábanas y tus gemidos y el momento en el que tiemblo bajo el chasquido de tus dientes.
No soy el punto indeciso entre el abismo y la muerte natural.
No estoy triste, no puedo estarlo.
Soy los momentos a los que me debo y van dejándome memorias
que pueden ser la libertad
o su completa renuncia.
3 comentarios:
Tanto tiempo
Los momentos nos van dejando marcas pero con el tiempo esas marcas no son las que realmente fueron, las cicatrices nos recuerdan la herida pero ya no son la herida, nuestro cerebro nos juega buenas o malas jugadas según se mire...Un blog muy interesante...le dedicaré más atención
Besos, besos al angelito que Dios me mandó, aunque este lejos!!!
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