miércoles, noviembre 01, 2006

Silencio // Edgar Allan Poe

Venía pensando en postear algo diferente para el 31 de octubre, y pasaron por mi mente muchísimas cosas... Principalmente cuentos bastante clásicos de terror, y considerando que la riqueza del género permitiría citar obras por un buen rato, incluso en un momento consideré hacer una especie de "top 10"... Pero ni el tiempo era muy apropiado ni tampoco la idea terminaba de convencerme, finalmente no soy tan aficionado a la novela negra como para atreverme a hacer semejante tipo de catalogación. Así que recordé un par de antologías que cayeron en mis manos y muchos relatos pasaron por mi cabeza. Finalmente opté por un relato no tan conocido del magistral Edgar Allan Poe, un lado B, como diría un buen amigo. Silencio (Fábula), ese relato de Poe que no se parece a Poe. Por supuesto, de él habría mucho más que citar... Si se trata de hacer honor a un día de terror, valdría la pena comprar su obra completa y echarse a leer, garantizo que si apagan las luces y se dejan iluminar las páginas del libro con únicamente una vela, el resultado es grandioso... La caída de la casa de Usher es sencillamente sublime, El corazón delator, El gato negro, El pozo y el péndulo... En fin, hay demasiados cuentos extraordinarios de este autor que influenciaría la obra de autores tan importantes como Kafka, Borges o Cortázar.

Pero bien, ¿por qué Silencio? Hay algo especialmente magistral en ese relato. Algo que es distinto a todo lo que Poe escribiría, pero además algo distinto a todo lo que el resto de autores del género escribirían. Personalmente, hay un romanticismo detrás de todo eso, claro: ese fue el primer cuento de Poe que me hizo comprar uno de sus libros. Lo leí hace bastantes años, y terminó siendo uno de los cuentos más influyentes en mi propia obra. Y es que hasta que leí Silencio, creo que no se me había ocurrido que se podía escribir de esa manera. Tenía 10 años y mi profesora de lenguaje acababa de jalarme por no presentar un cuento con la estructura inicio-nudo-final. Y entonces apareció ese cuento fantástico y por primera vez en mi vida descubrí que los adultos no siempre tienen la razón. Aunque sean profesores.

Lean este relato de Poe; es sumamente corto y además lo van a encontrar en el internet fácilmente (y aunque a pocos les importe, es perfectamente legal que sea así). Quizás no tenga la extraordinaria calidad rítmica de sus otros cuentos, pero eso es perfectamente coherente, porque se trata de un cuento absolutamente experimental. Y no en el sentido de esos autores que pretenden hacer ruido con las palabras y hacerlo pasar por arte, sino en el olimpo literario de los maestros de la literatura de ambiente, lo cual convierte a Silencio en una obra absolutamente adelantada a su tiempo. Bien, esta es mi sugerencia para Halloween, y si luego se quedan ávidos de más, intenten mi experimento, corran a una librería y regresen con Poe bajo el brazo... Prendan una vela y no dejen de comentarme la experiencia...

-0-

Recomendable: Luz de velas, campamentos, playas, casas viejas, cualquier lugar donde quieras pegarte el susto de tu vida. Mientras escuchas algo tétrico como Mars Volta.

-o-

"Era de noche y caía la lluvia. Y cuando caía, era lluvia; pero caída ya, dijérase sangre.

Encontrábame en medio de la marisma, y cerca de los nenúfares gigantescos, y caía la lluvia sobre mi cabeza, en tanto suspiraban los nenúfares. El cuadro era de una desolación solemne.

De pronto, a través del leve velo de la funérea niebla, se levantó la luna. Una luna roja. Y mis ojos se fijaron entonces en una gran roca gris que se alzaba en la margen del río y a la que aquélla iluminaba. La roca era gris, siniestra, altísima... En ella había unos caracteres grabados. Avancé hacia ella por la larga marisma de nenúfares, hasta que me encontré próximo a la orilla, para poder leer aquellos caracteres grabados en la piedra. Pero no podía descifrarlos. Decidí, en esto, retroceder, y la luna brilló entonces con un rojo más vivo. Me volví y miré otra vez hacia la roca. Volví a mirar los caracteres. Y finalmente, pude leer estas palabras: DESOLACIÓN."