lunes, enero 28, 2008

En el camino

A veces pasa. Uno va por la vida, cargado de ilusiones, pensamientos bien encaminados, dudas, hechos. Todos los días desayuno, salgo de casa, camino hasta el trabajo, cumplo con mis horarios y vuelvo a casa o acudo a alguna reunión de trabajo o me junto con los amigos, o con mi novia, o mil etcéteras más. Y esa es la vida del día a día, ese es el inevitable mapa de lo que normalmente es uno. Pero algunos días pasa algo en el camino, por insignificante que sea, un detalle que escapa al ojo común, como hoy, por ejemplo, que encontré un perro muerto en la calle y al detenerme a verlo me sentí triste, con lo que llegué a mi oficina y mi jefe me regañó (una vez más) sabrá Dios por qué, pero se detuvo porque percibió mi tristeza, con lo que me quedó tiempo para pensar que quizás no estoy a gusto en este trabajo y me gustaría dedicarme a la idea del negocio propio, lo cual me lleva inevitablemente a la sensación extraña de que algo está cambiando.

Y esos días me pregunto si la vida no estará más bien en ese perro muerto que nadie más que yo recuerda.

lunes, enero 14, 2008

10 cuentos para este verano (o el próximo si vives en el hemisferio norte)

El caso es que mi madre decidió invitarnos a una casa de playa durante los últimos diez días. Estuve volviendo a Lima para ir al trabajo, así que realmente sólo estuve los fines de semana a tiempo completo, pero eso me bastó para recordar qué excelente lugar es la playa para leer. Particularmente si tienes una casa, con lo que, a media tarde, no vas a tener mucho qué hacer si ya recorriste y paseaste a tus anchas durante los primeros días... Entonces, ¿por qué no una nueva lista de Un whisky doble para el alma?

Aquí están, diez cuentos para que el verano esté hasta en lo que lees, diez cuentos que los piratas deberían llevar en su mochila, diez cuentos que, al fin y al cabo, se pueden leer siempre, pero también siempre tienen ese sabor a playa, calor y mar.

Así que hagan sitio en la sombrilla, vaso en mano con el trago de su elección (whisky on the rocks para mí, gracias), y agarren color como sin darse cuenta...


1. El descubrimiento de América - Alfredo Bryce Echenique
Sin ser fanático de Bryce, creo que este es uno de los cuentos más interesantes que tiene. Ideal para el verano adolescente en Lima (aquellas épocas). Ah, una chica me dijo una vez que este cuento describe al 99% de los hombres. Yo creo que estaba muy equivocada, la mayoría no se esforzaría tanto.

2. Una noche de verano - Ambrose Bierce
Cuento con ambiente escalofriante y personajes de esos que no te quieres cruzar en la vida. Sólo Ambrose Bierce podía contar una historia así con un tono tan natural, casual y cotidiano. Una especie de cuento para aquellos que terminan perdidos sabrá Dios dónde después de una fiesta. Para que sepan dónde no quieren estar.

Whisky con link: Una noche de verano


3. Al pie del acantilado - Julio Ramón Ribeyro
Una de las joyas de esta lista, el maestro Ribeyro aparece aquí con un cuento que pasa por más de un momento de absoluta genialidad. Emocionante, conmovedor, crudo. Este es uno de los fundamentales para el verano en cualquier lugar del mundo. Frase extraordinaria: "El mar da, el mar también quita". Como quien dice la vida, pero muy veraniegamente, eso sí.


4. Nube - Augusto Monterroso
La nota minimalista con este genio del llamado "microcuento". Como para no olvidarnos de qué se tratan las estaciones de la vida.

Whisky con link: Nube


5. Fue en verano... - Franz Kafka
Qué se puede decir cuando se trata de Kafka... Cuento brillante a la El proceso. Ambiente onírico como en una pesadilla, espacios inquietantes, situaciones escalofriantes, en fin, Kafka en su máximo esplendor.


6. El navaja - Vladimir Nabokov
Cuento escalofriante de principio a fin que ocurre un caluroso día de verano. Nabokov nos ofrece en él una situación tensa, al más fiel estilo nabokovniano. Consejo: léanlo antes de ir a la peluquería, nunca está de más algo de masoquismo psicológico.

Whisky con link: El navaja (Denle abrir y luego busquen con ctrl+f "el navaja")


7. Asomándose desde la abrupta costa - Ítalo Calvino
Cuento extraordinario de uno de los mejores autores italianos de su generación. Pocas veces un autor logra una narrativa de tal calidad descriptiva y semejante fuerza narrativa. Fascinante historia que el autor nos va revelando a través de la extraña visión del mundo del protagonista, cuyos pensamientos sumergen al lector en un universo dotado de un singular e inquietante hálito de misterio.


8. El mar cambia - Ernest Hemingway
Quizás valga la pena recordar que la novela más famosa de Hemingway, El viejo y el mar, lo sitúa como uno de los autores clásicos de cualquier lectura veraniega. Quizás hay muchos más relatos para elegir tratándose de este gigante de la literatura estadounidense, pero aquí ocurre lo que hace memorables la mayoría de aventuras que le ocurren a uno en cualquier estación del año: la humanidad cobra fuerza por encima del tiempo y sitúa una historia íntima en el ojo de una inusitada pero desgarradora realidad. Eso y que, cuanta razón tiene Hemingway, el mar cambia. El mar siempre cambia.

Whisky con link: El mar cambia


9. La autopista del sur - Julio Cortázar
Para leer cuando se atora el tráfico de regreso a la ciudad por culpa de ______ (llenar con el nombre de tu funcionario público favorito para insultar en estas circunstancias). Quizá uno de los mejores cuentos de Cortázar, donde lleva su absurdismo a límites insospechados y convierte una situación cotidiana en un evento literario de la más alta jerarquía.

Whisky con link: La autopista del sur


10. La dama del perrito - Anton Chejov
Si hiciera un top 10 de cuentos, probablemente este estaría allí. Creo que es uno de los cuentos más pulcros y perfectos de la literatura universal, un cuento que no destella como ese sol radiante que saca a todos de sus casas, sino como esa luz discreta que hay el día que caminas por la playa y ocurre alguno de los momentos más especiales de tu vida. Así, como quien le cuenta una historia a un amigo y consigue que el amigo se vea en el lugar del otro. Así como solo este cuentista extraordinario supo hacer. Cierto que ya reseñé este cuento. Me estoy poniendo repetitivo, pero es que este cuento tenía que ir a la lista, sí o sí.

Whisky con link: La dama del perrito

martes, enero 08, 2008

Verano (Algunos días)

Así comienza el verano, con neblinas dolientes, con un precipicio de arrecifes que cuenta vidas, una playa donde hicimos el amor intentando no hacer ruido, un día que pasa entre la ciudad y el mar, pero el mar ya no es el mar de antes, hay cuentos de calor y hay cuentos para el frío y yo no sé cuál soy, y hay recuerdos y hay fantasmas y hay sombras segando el futuro como la cabeza de un enemigo distraído y estoy yo y están las pesadillas y el ruido del mar me calma como siempre ha hecho, pero ni siquiera su vaivén de arpegios apaga mis gritos por la madrugada cuando me despierto con violencia, sudando una alfaguara gélida, dejándome la vida en intentar retener mi sueño, pero en cambio es de verano y el océano nos regala una visión, pero se lleva consigo los recuerdos.

lunes, enero 07, 2008

La rambla paralela // Fernando Vallejo

Vale decir que todos merecemos vacaciones. Así que me tomé las mías, lejos de Lima, lejos de las computadoras, cerca de los libros. Ahora, este libro no está ni por asomo entre los libros que me llevé a la playa, pero es el que pensaba postear antes de este (no sé si merecido) receso. ¿Y cuál es la idea? Que nos encanta putear. Pero que pocos pueden hacerlo con estilo. Vallejo es uno de ellos, y creo que este libro tiene el condimento especial de agregar una dimensión absolutamente trascendente: la renuncia última, la dicotomía entre la vida y la no-vida, o como el autor lo pondría, la muerte y la otra muerte.

Todos tenemos días en que nos podemos poner a gritar irrepetibles groserías a voz en cuello. Porque todos tenemos familias, jefes, vecinos, etc. Y si alguien ha sabido hacer maestría de ese eterno renegar contra todo, es este autor, que, según escribe, no odia a negros, asiáticos o blancos porque sean negros asiáticos o blancos, sino sencillamente porque son seres humanos y a los seres humanos los desprecia a todos por igual.
Enfocándonos por otro lado en la capacidad narrativa, creo que vale la pena mencionar que la prosa de Vallejo es particularmente precisa para efectuar un trance narrativo de este tipo. Primero porque a un tipo que putea a diestra y siniestra le importan un bledo las leyes del espacio y el tiempo, segundo porque lo hace mediante un personaje cuyo pulso podría haber dejado de latir hace tiempo, y tercero porque lo hace con la autoridad de quien se deja llevar por la rabia, pero con un afilado filo que lo diferencia de un viejo pesimista más: la ironía.
Y así transitamos por ciudades diferentes, sin mayor restricción que la pluma del autor, vemos dentro de las personas y dentro del mundo, aprendemos que a veces vale la pena renunciar, pero que cuando se hace, se debe hacer con los cinco sentidos puestos en ello: mirar a tu jefe a la cara, decir absolutamente todo lo que tienes que decir -plagiar un par de frases brillantes de este libro- y largarte riéndote, porque cuando se hace con estilo, cualquier insulto puede convertirse en arte.

-0-

Recomendable: Para cuando queremos sacarlo TODO de adentro con palabras irrepetibles en este pulcro y honorable blog.
Se lo regalaría a: No estoy muy seguro de que sea un libro que se regala. Podría ser tomado como una ofensa.
Whisky con locura: Dicen los pasillos que cuando Vallejo ganó el premio Rómulo Gallegos, donó el dinero a la asociación de perros callejeros de colombia o una cosa así... Supongo que si has leído esta novela o Desbarrancadero, no te extraña tanto.
Whisky con link: El discurso de Vallejo al recibir el premio Rómulo Gallegos... Sólo para que vean cómo putea también en vivo y en directo...
Ficha técnica:

Vallejo, Fernando
La rambla paralela - Alfaguara
2002
200 p.
ISBN: 9788420444574