lunes, septiembre 21, 2009

Pirógena

Soy un mal esposo. Sé que lo soy.
Debería amarte siempre, sin fijaciones ni espejos ni temor de ningún tipo.
Pero temo
cuando alzas la voz o quiebras mi aullido,
sé que debería amarte como eres, sin cambiarte en nada, sin exigirte nada para mí;
que debería por ejemplo,
pasear a los perros y ayudarte sin que me lo digas a lavar la vajilla los domingos. Que podría hacer limpiar tu auto por dentro, y sorprenderte con la ropa ordenada,
que debería ser puntual y amarte solo lo necesario,
que no debería buscar tu roce cuando tienes sueño,
que debería respetar tu espacio cuando te enojas y entender
siempre entender,
que no querrás cambiar por nadie.
Pero soy un mal esposo.
Paso las tardes mirando las cartas del tarot y escribiendo en las paredes,
cosechando las flores silvestres de mis castillos de humo,
lamentándome de mi incapacidad de ser más fuerte.
Y solo no puedo amarte,
cómo puedo,
cuando sabes que soy tan sensible, tan emocional, tan frágil
y te pido que me salves con un beso, una palabra a destiempo, un verbo que no espero,
y en vez susurras
"yo sí quiero morir".

sábado, septiembre 19, 2009

Polícromos

Podemos compartir la noche. Podemos dividirla, hastiarnos, convertirla en un reflejo de nuestra incapacidad de discernir colores.
Y tratar de ser felices así,
aferrados a la posibilidad de ser normales.
Pero lo cierto es que las avenidas me poseen
y la luz cambia también el color de mis certezas.
Yo esperaría aquí entre las paredes a que alguien recoja los restos.
Pero antes debo hallarte entre los laberintos.
Y una vez afuera tal vez nos encontremos, pero lo cierto es que no regresaré:
yo no pasaré por uno más,
tú no intentarás detenerlos.

lunes, septiembre 14, 2009

Lista de excusas

Quizás algunos de ustedes se preguntan (más cierto sería decir que yo me lo pregunto) por qué he dejado abandonado tanto tiempo este lugar. Creo que corresponde entonces una lista larga de buenas excusas (al menos para mí son buenas, me he esforzado mucho en encontrarlas), pero al final creo que todo se resume a algunos proyectos de los cuales puedo, ¿por qué no?, hablar aquí de una buena vez.

La cosa es que para mí esta es como una nueva fase, y supongo que es oportuno señalar también a los lectores que algo de eso habrá en mis ganas de empezar a bloggear más seguido. Dicho sea de paso, ese verbo no tardará en incorporarse al ilustrísimo diccionario de la RAE, lo cual no sé si me hace sentir bien o terriblemente asustado. Probablemente ninguna de las dos.

Han sido días del todo adultos. Cuando digo adultos, quiero decir aburridos. Básicamente trabajo en la editorial, acomodar algunos papeles para tramitar cosas (como estúpidas cuentas bancarias y cosas por el estilo) y uno que otro trabajo realmente divertido, como diseñar, corregir un par de buenos textos y darme por entero a un proyecto que ha capturado casi toda mi atención, en prejuicio de mi pobre blog: mi nueva novela. Terminados todos estos proyectos, he tenido que ponerme a punto rápidamente con la librería que estamos por inaugurar en el distrito de Barranco en poco, muy muy poco tiempo, con lo cual el pobre whisky doble siguió pasando debajo de una serie de tareas pendientes con un gigantesco rótulo de "impostergables".

Lo positivo es que con algo de trabajo duro estos meses, al fin, decía, tengo algo de tiempo para mis ocios favoritos, entre los cuales está este espacio que no pienso abandonar nuevamente por tanto tiempo, al menos en un futuro próximo.

¿Recapitulando? Las buenas noticias son que definitivamente empezaré a postear más reseñas. Acuso el hecho de que, con la nueva librería, voy a tener más de un título interesante y poco conocido entre manos. Dicho sea de paso, me encuentro revisando la obra de HH Ewers, un autor del que sabía poco hasta que me reencontré con "La araña", un cuento del cual seguramente postearé más adelante. En fin, decía que se vienen más reseñas, si todo sale como espero, aunque hace poco recibí una crítica lapidaria hacia una de ellas (vino, felizmente, de una literata que me criticó por no hacer crítica literaria formal o algo así de ridículo), pero luego me puse a pensar que la señorita me-importa-más-quedar-bien-frente-a-mis-profesores-y-ridículos-compañeros-yuppies-como-yo era, probablemente, una honesta amante de la intelectualidad literaria, y yo, que soy más un aficionado a todo que un profesional de algo, no tengo otras palabras que las mías para referirme a lo que leo. ¿Estamos claros en que no vale decepcionarse si no hago una tesis comparativa respecto a las mecánicas internas de la técnica literaria en la narrativa moderna? Genial. Estamos de acuerdo entonces en que en este lugar hacemos lo que nos da la gana.

Respecto a la librería, les daré los datos pronto, ¡lo prometo! Por ahora déjenme contarles que dos muchachas muy geniales han llegado a un acuerdo con nosotros y harán las galas de decoradoras y organizadoras del lugar, así que estamos trabajando para que el local sea lo más cálido y cómodo posible para todos ustedes.

Sobre Arkabas, se vienen novedades pronto, como una nueva línea de poesía que tendré a bien comentar en un próximo post también. Ufff... son muchas cosas para un próximo post. Pero al menos eso me compromete a que haya uno pronto. Respecto a lo demás, mi última queja iría dirigida a quien sea que decidió destruir la pista frente a la editorial. Nunca había temblado tanto en un solo día. Además del hecho de que el camino es prácticamente el campo de entrenamiento ideal para cualquier asesino serial (tienes lugares donde matar Y donde esconder el cuerpo en un solo espacio, más la posibilidad de enterrarlo todo con solo un empujón de caterpillar), he descubierto que la no utilización de mi calle genera escasez de estacionamientos y embotellamientos de tráfico dignos de un cuento de Cortázar.

Una última cosa, hoy estuve pensando seriamente en algunas cosas y creo que ha llegado el momento de sacar una edición del cuaderno blanco que implique más que el experimento de mediados de año. Reunión con el staff entonces, es hora de hacer algunas aventuras editoriales de no muy alto vuelo, pero hartas ganas. Como diría una crítica por ahí: "pierdes tu tiempo". Lo cual, considerando el mundo de hoy, puede ser considerado un enorme halago. No todos tienen el lujo de tener tiempo para desperdiciar.

Salud con todos,

- daniel

sábado, septiembre 05, 2009

Sanbar

No todos los días ni todos los motivos. No soy sino un pedazo de los recuerdos que no logro conciliar. No el sueño ni el amor ni la sensación de ahogarse bajo el mar,
no la visión.
El instante en el que corres y rozas la arena con tus dedos y tu perro te sigue y el mar calma los aullidos falsos de la tarde.
El amor que se destiende entre las sábanas y tus gemidos y el momento en el que tiemblo bajo el chasquido de tus dientes.
No soy el punto indeciso entre el abismo y la muerte natural.
No estoy triste, no puedo estarlo.
Soy los momentos a los que me debo y van dejándome memorias
que pueden ser la libertad
o su completa renuncia.