Habíamos anunciado anteriormente esta teoría. Pues finalmene aquí la tienen. La mayoría de ustedes se sentirán decepcionados: pensarán que se trata de otra absurda categorización taxativa sobre el carácter de las personas. Sin embargo, debo advertirles que no hay nada de taxativo en esta teoría. Y la razón es simple: el sistema utilizado parte del siguiente concepto: es posible asociar a la totalidad humana en grupos de distintas caractersticas en tanto y en cuanto se acepte que dicho grupo no contradice a ninguna otra categorización. íEs decir, en un universo cerrado donde no existen más categorizaciones que las del whisky, estas normas se deben cumplir. Y esto es válido advertirlo porque haremos otras categorías en las cuales incluiremos esta categorización a priori. Ergo, la no contradicción es un hecho destructivo y nocivo para la teoría, pero no puede darse porque nuestro sistema no es un sistema de oposiciones. Por lo tanto, si empíricamente un sujeto posee un comportamiento X que es contradictorio con su manera de tomar whisky, habrá que tomar categorizaciones posteriores y más evolucionadas de la teoría del whisky para hacer un análisis más completo. Esta es la base de la teoría del whisky. Disfrútenla, de ser posible, con el trago en cuestión a un lado, ya que el recorrido puede provocar sed. Y recuérdenlo, estos rasgos primarios han sido observados con detenimiento, su posterior distorsión o los aspectos fenomenológicos de la realidad que la contradigan serán tratados en una entrada aparte, donde explicaremos con más detalle los postulados surgientes de la teoría del whisky en esta, su fase inicial.
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