jueves, julio 05, 2007

El viaje de Baldassare // Amin Maalouf

"Cuatro largos meses nos separan todavía del año de la Bestia, y ya la tenemos ahí. Su sombra vela nuestros pechos y las ventanas de nuestras casas". Así empieza esta novela del franco-libanés Amin Maalouf, autor que todavía da vueltas en la lista de los nominados al Nobel y que tiene toda una legión de seguidores entre los cuales se encuentra una ex mía y que seguro me hubiera dejado por él de haberlo conocido. Pero bueno, dejando la remembranza de lado, no fue gracias a ella que conocí a este autor, sino casualmente, en mi primer año de economía en Lima. Había oído hablar de él, pero creo que jamás se me hubiera ocurrido ponerlo en la lista de prioridades si no hubiera sido porque en la clase de lengua nos pasaron una separata y lo primero que leí fueron esas líneas.

Levanté la mano ipso facto para preguntarle al profesor si recomendaba al autor, y el profe se mandó una perorata bastante precisa, ahora que lo pienso bien, pero también bastante poco convincente. Me recomendó Las cruzadas vistas por los árabes, ensayo que era bastante pertinente debido a que acababa de explotar el conflicto Irak-Estados Unidos (los locales primero), y el cual conseguí no me acuerdo bien cómo. Pero ahí quedó la cuestión, porque la no-ficción me gusta eventualmente, y casi siempre cuando ya conozco al autor, pocas veces como carta de presentación.

Pero como el destino a veces es bueno conmigo, un día caminando en librerías Crisol, volteo y ahí estaba un título conocido. "¡Muérome!", exclamé (bueno, no fue tan exagerado, pero sí me emocionó un poquito) y sí... era El viaje de Baldassare, ahí dejado en una góndola que ni siquiera le correspondía. Amo cuando esas cosas me pasan. Puedo ser comprador compulsivo... de hecho, trato de no llevar ni plata ni tarjetas cuando entro a una librería. Pero cuando veo un libro que me suena y se aparece... no sé, en la sección cocina, o se ve que alguien lo iba a comprar pero lo dejó en otro lado, la tentación es demasiada para soportarla.

Igual me lo llevé junto con un libro de Fernando Vallejo que leí primero, y finalmente ahí quedó la novela de Maalouf medio olvidada, hasta que viajé a Buenos Aires y al momento de decidir qué libros me iba a llevar, pues lo eché a la maleta casi sin fijarme. Ah, inconsciente, sabio inconsciente.

El viaje de Baldassare es una de esas novelas que te sorprenden en cada página. La técnica, la prosa, la estructura, todo es endemoniadamente sencillo. Y sin embargo, cada palabra es un golpe de dados, cada situación, cada momento de la novela es un verdadero viaje que no deja de sorprendernos de la manera más estupenda en que se puede sorprender uno. El argumento inicia de la manera más sencilla, pero se difumina conforme avanzamos en la trama (probablemente como cualquier viaje). Es el año 1666, y el mundo se encuentra en una especie de frenesí... Es el año de la bestia, el fin del mundo. Y en esta especie de locura social, el protagonista Baldassare Embriaco parte en busca del libro llamado "El centésimo nombre", el libro que contiene el centésimo nombre de Dios, y acarrea con ello la salvación de su portador frente al inminente Apocalipsis en el año de la Bestia. Sin embargo, Baldassare no parte solo y sus compañeros de viaje no sólo cambiarán rotundamente los destinos y fines del viaje, sino que además lo harán cambiar a él. Aparece la figura del amor en Marta, el amor platónico de Baldassare que súbitamente se une a la empresa; aparece el tema de la fe en su sobrino, fiel creyente de los presagios, que se enfrenta constantemente al excepticismo de su tío; el tema de la extranjería en los diferentes lugares que va recorriendo, la noción de lo que es un hogar, la posibilidad de que, como en ese tan citado poema de Kavafis, a veces Ítaca es el viaje que realizamos antes que la isla que pisamos al final de la jornada.

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Recomendable: Definitivamente para viajes largos. Para cuando no estás seguro de dónde es que queda el norte y dónde queda tu casa. Para cuando te entra la onda fatalista y todo lo que ves son señales y presagios. Si alguien ve esto, la contaminación no nos ha exterminado y no estamos dominados por los marcianos, para el año 2666.
Se lo regalaría a: Cualquier persona que abandona su país, sea por la razón que sea. Debería haber un puestito con este libro al costado de migraciones.
Whisky rebajado: Es que quería dejarles mi parte favorita de la novela, o al menos la que la resume de cuerpo entero, pero me parece que es como contar el final. En vez les dejo un pasaje que de todas formas me fascina (en realidad hay muchos extraordinarios). En fin, cuando lleguen a la parte del 20 de diciembre de 1666, entenderán a qué me refiero.

Ficha técnica:

Maalouf, Amin
El viaje de Baldassare - Alianza Editorial S.A.
(El libro de bolsillo); 2003
448 p.; 11x18 cm.
ISBN: 8420672157






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"En el mar, 9 de noviembre

El mar está permanentemente agitado, y yo permanentemente enfermo. Muchos marineros lo están tanto como yo, si es que esto es un consuelo.

Todas las noches, entre náusea y náusea, rezo para que la naturaleza nos sea más clemente, pero resulta que Domenico me dice que él reza por lo contrario. Sus ruegos, es evidente, son escuchados, y no los míos. Y ahora que me ha explicado sus razones, creo que voy a imitarle.

- Mientras la mar esté encrespada - me dice - estamos a salvo. Pues si los guardacostas nos localizan, no se atreverán a lanzarse en nuestra persecusión. Por eso prefiero navegar en invierno. Así sólo tengo un adversario, el mar, y no es ése el adversario que más temo. Aunque decidiera quedarse con mi vida, no sería tanta la desgracia, porque me haría escapar al suplicio del palo, que me espera el día en que me agarren. Morir en la mar es un destino de hombre, como morir en el combate. Mientras el palo te hace maldecir a la que te ha traído al mundo.

Sus palabras me han reconciliado tanto con la marejada que me he apoyado en la borda, me he colocado de frente para que me salpique el agua y he recogido con la lengua las gotas saladas. Es el sabor de la vida, la cerveza de las tabernas de Londeres y los labios de las mujeres.

Respiro a pleno pulmón y las piernas ya no me flaquean."

2 comentarios:

Gacela dijo...

A mí este libro también me gustó muchísimo -en realidad, casi todo lo que he leído del autor me ha gustado-, y se lo regalé a un ex mío que estaba haciendo el doctorado en Alemania, lejos de casa, y decía que no se sentía ni de aquí ni de allí, que estaba como exiliado. También le encantó.

Si quieres seguir con Maalouf, el libro que más me gustó a mí de los suyos fue SAMARCANDA, el primero que leí (por recomendación de una profesora, también).

Voy a seguir un rato curioseando por tu blog... :-)

Anónimo dijo...

Me pasó algo parecido con este libro, me lo regaló mi mamá por mi cumpleaños en el año 2003 y lo dejé medio olvidado, ya ni me acuerdo porqué.
Este año, regresando a mi país de vacaciones, iba dispuesta a recuperarlo y leerlo pues hace poco leí otro libro de él: Los Jardines de Luz, que es espectacular.
Ahora que estoy por terminar el de Baldassare, está esperandome el de las cruzadas.

Como dices, es sencillo pero a la vez te envuelve (quizás justo por eso), y no puedes parar de leer!