domingo, septiembre 23, 2007

Sedición del tiempo

Ese maldito vicio de tratar de robar tiempo. A las personas, a las noches, al trabajo y a los cajeros automáticos. Cuando me despierto, solo mis perros me miran con algún atisbo de paz, invitándome a quedarme ahí, a olvidar el mundo y solamente dormir.

Pero yo insisto en llamar a mi novia, en escuchar a mis amigos, conversar con mi jefe, pasar tiempo con mis padres. Y eso que algunos llaman ser buen tipo no es más que un intento desesperado de llevarme su tiempo y sumarlo al mío, recordar lo que se sentía no usar reloj, qué sé yo, ser solamente un niño.

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