miércoles, febrero 04, 2009

El secuestro // Georges Perec

Valoración: 2,5/5
(Pudiste ser mucho mejor...)


No creo que se trate de un libro malo. Probablemente si hubiera que hacerle justicia, tendría que decirse que tiene sus arrebatos de genialidad. Como todo lo que hace Perec, bueno. Pero el caso es que estamos ante un experimento que no pasa de eso. Creo que en algún post mencioné la premisa del OuLi Po (ese movimiento literario que inauguró Raymond Queneau en los 60'): la restricción formal. La fórmula es sencilla: ponte una restricción, véncela, la obra está creada. Y la verdad es que hermosas obras han aparecido de ese movimiento fantástico (habría que mencionar La vida, instrucciones de uso de Perec o Si un caminante una tarde de invierno... de Calvino).

Pero este libro me deja con la sensación de que falta algo (irónica oración para quienes han leído el libro). Desde luego, esa es exactamente la gracia: algo falta en este libro, y el reto del lector es hallar esa pieza perdia. No solo la ha perdido el lector, sino que uno de los personajes desaparece ante su ausencia y Perec nos narra, en este libro que fue descrito por un desafortunado crítico que fue despedido al día siguiente de publicar su reseña, como "una extraña novela policial en un lenguaje incomprensible". Seamos justos, la novela tiene sus lados fuertes. Hay que admirar la tenacidad de cualquier autor que se embarca a la tarea colosal de crear un libro y jugar con un argumento tan envolvente en medio de una marea de palabras que el lector podría terminar por encontrar demasiado forzadas. Quizás eso es lo que me pasa. Siento que El secuestro es una versión forzada de algo a lo que no se le pudo dar un acabado elegante y por lo tanto se entregó de manera funcional.

He pensado muchas veces que fue la traducción. Recuerdo haberla leído en un avión, hace ya unos años, camino o vuelta de Buenos Aires. Y recuerdo haber pensado que toda la nota de los editores me parecía sumamente densa, que un libro en el cual existía una tesis completa de por qué SÍ era posible traducir este libro al español, tenía por fuerza que contener su propio antagonismo. Es decir, la imposibilidad.

Ampliamente recomendable, sin embargo, para quienes buscan un libro en el cual el ejercicio de estilo sea claro. Casi lectura obligatoria de taller de narrativa donde se estudie técnica o estilo. Pero no la clase de lectura que eligiría para leer con whisky o con compañía. Para eso, prefiero al Perec genio que al Perec secuestrado por su genialidad.


"No el fin (por mucho que el fin fuese obvio en todo momento), no el tormento (por mucho que el tormento no dejó de sentirse), sino sobre todo omisión: un no, un nombre, un hueco:
Todo es como de costumbre, todo puede seguir siendo como de costumbre, pero después del próximo crepúsculo, dentro de ocho noches, dentro de un mes, dentro de doce meses, todo puede ser solo podredumbre: veremos el lento extenderse de un huevo, olvido ciclópeo, pozo sin fondo, cerco de lo negro. Uno por uno, enmudeceremos por siempre
".


Se lo regalaría a: Alguna persona distraída. A ver si se da cuenta del "truco" del libro.
Personalidad: Esos inventores que te llenan una sala de aparatos, pero ninguno funciona o sirve para lo que fue creado. No dejarías de visitarlo de vez en cuando, sin embargo.

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