sábado, septiembre 19, 2009

Polícromos

Podemos compartir la noche. Podemos dividirla, hastiarnos, convertirla en un reflejo de nuestra incapacidad de discernir colores.
Y tratar de ser felices así,
aferrados a la posibilidad de ser normales.
Pero lo cierto es que las avenidas me poseen
y la luz cambia también el color de mis certezas.
Yo esperaría aquí entre las paredes a que alguien recoja los restos.
Pero antes debo hallarte entre los laberintos.
Y una vez afuera tal vez nos encontremos, pero lo cierto es que no regresaré:
yo no pasaré por uno más,
tú no intentarás detenerlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Llegué a este blog a través de la página de Sherly, probablemente la conozcas, tal vez no, lo cierto es que he leído al menos tres entradas. Es un sitio entretenido, que muy lejos de aburrir a los lectores -lo que ya es ganancia- aporta algo además de eso, también cabe decir que la calidad de los escritos es bastante buena para mi gusto. Saludos desde México