jueves, julio 06, 2006

Catando

El mundo tiene formas curiosas de expresarse. Por eso este estudio se basa en algo tan elitista y caprichoso como el whisky. Pudieron ser muchas otras cosas, claro. Pero queremos el whisky. El punto de partida es el caos: podría decirse que nuestro único y primer axioma es que el orden de los factores altera el producto pero el producto conduce a los factores. Pero ya llegaremos a eso. Por ahora podemos decir que algunas veces en el sistema más pequeño se encuentra la llave para desentrañar a toda la condición humana; cualquier misterio, por ínfimo e irresoluto que nos resulte, puede encontrarse en algo tan mínimo como el sonido de una gota desmoronándose contra una superficie.

Aún no me creen, pero es mejor así. Necesito mantener su desconfianza hasta el último momento, es parte fundamental para la comprensión de un sistema tan complejo. En fin, digresión aparte, voy a enumerar un par de puntos a tener en cuenta antes de desarrollar esta teoría.

Primero: Ningún sistema contempla todas las posibilidades. O puesto de manera positiva: este sistema contempla la posibilidad de que alguna posibilidad escape a su alcance (aunque aún no hemos descubierto ningún caso que ejemplifique esta afirmación).

Segundo : El uso que se pueda hacer de esta teoría no es responsabilidad de su creador o los medios que se utilicen para hacerla pública.

Tercero: Beba con moderación y nunca si planea conducir.

Cuarto: Esta teoría no se basa en la comprobación empírica, pero sus efectos son comprobables empíricamente.

Quinto: Esta teoría no se basa en la comprobación lógica, pero sus efectos son comprobables lógicamente.

Dicho esto, podríamos empezar con algunos principios que proporcionaron la suficiente motivación para emprender el proyecto.

Primero: Todos los individuos tienen un comportamiento.

Segundo: Para cada comportamiento existe un contexto que da sentido a dicho comportamiento.

Tercero: Un comportamiento puede ser interpretado de diversas maneras según cómo se le decida leer.

Cuarto: Los comportamientos pueden ser esperados o no esperados, pero nunca pueden ser desconocidos.

Por ahora es momento de tomar un whisky. Les sugiero que hagan lo mismo y recuerden cómo lo tomaron. Próximamente ampliaremos estos principios, pues, para finalmente empezar con la teoría propiamente dicha. Salud con todos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se me ha acabado el whisky, ¿hay algo que lo supla?

-daniel dijo...

NADA suple al whisky. Nada suple a nada. Lo dijo Flaubert de manera magistral: "en la literatura no existen sinónimos". Así pues, te digo a manera de consejo (y de la forma más humilde en que se puede citar a Flaubert): "en el arte de beber alcohol no existe banco de suplentes."

Anónimo dijo...

No se si te acordas de mi, somos viejos amigos. jeje.

felicidades por el ministerio.

un saludo de "familiar muy lejano por interez"