Momentos para huir y no dar la cara, encerrarse, apreciar mi condición de prisionero con una alegría infinita, la capacidad de ser un fantasma, el amor por la sangre, la espera inminente de la muerte y la podredumbre del cuerpo, el vacío en el estómago, el mareo de costumbre, ganas de renunciar y mandarlo todo al carajo, volver a la playa donde fui feliz sólo para descubrir que hace ya tiempo renuncié a mi derecho de serlo de nuevo, largar a los brazos de las muchachas que conquisté pero jamás me amaron, llamar a mis padres (pero pelearme con ellos), abrazar a mi perro, conversar con mi yegua, arrastrar los pies por el jardín (cuidar de no matar ningún insecto), encender la tele y buscar estática, apagar la radio, olvidarme de los discos, no leer nada, sentir el frío, derramarme sobre las sábanas álgidas que no son el mar, dormir y quizás soñar con viajes y arañas, pensar en todo, olvidarse de morir.
3 comentarios:
Hey man...te escribo desde Chile...te encontré porque leí tu artículo de LOBO ANTUNES sobre el "tratado de las pasiones del alma"... para serte honesto...necesito ese libro..y acá en Chile no lo encuentro. Me gustaría que me escribieras para ver si sabes de algún lado donde lo puedan vender en internet...ojalá leas este post...
Humildemente....CHelo...TE DEJO MI E-MAIL
quijote1@chile.com...
chao man...saludos
Y te deje una visita jaja. ¿por cual me recomiendas empezar?
lucia
Hola, Lucía, qué bueno verte por aquí!!! Pues estate atenta, que te tengo una sorpresa en el próximo post... ¡Un saludo!
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